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Jóvenes de hoy: Llamados a ser rostros de la Iglesia

Los Jóvenes


Hoy en día los jóvenes, son portadores de la Fe, son portadores de la enseñanza de Jesús dentro de las familias cristianas. Y el Papa Francisco ha sido bien enfático desde los comienzos de su pontificado <<los jóvenes manifiestan la alegría de la fe, el compromiso de vivir una fe cada vez más sólida y generosa>>2 esto es lo que todos los jóvenes deben mostrar a la sociedad actual, en una sociedad de perjuicios, en una sociedad de desunión, en una sociedad de enfrentamientos constantes, en una sociedad de inaceptación y discriminación. Esa es la sociedad a la cual los jóvenes deben enfrentar con solo el amor de Dios y la entrega de su hijo Jesús, solo pueden amar al otro, servir por el otro y vivir por el otro.

Los jóvenes siempre deben y tienen un papel importante dentro y fuera de la Iglesia, siempre deben procurar ser buenos protagonistas de la historia. Dentro de la Biblia hay ejemplos de jóvenes que muestran que son éstos los motivadores de la manifestación juvenil de la Iglesia, un claro ejemplo sería José quien por temor a Dios se mantiene recto a las obediencias de las leyes (Mandamientos) aunque su entorno no sea el correcto, esto en las circunstancia o hechos que se viven hoy en la sociedad actual sería una contrariedad y sería para los demás una anomalía, ya que todos se dejan influir por la mayoría, se dejan llevar por la corriente y es ahí donde el Joven Católico debe influir, debe ir contra la marea, debe ir haciendo lio como dice el Papa, debe hacer protestas pacíficas no debe quedarse conforme ante las injusticias son estos jóvenes los rostros de la iglesia, son los voceros de los que tienen voz, son los ojos de los que no pueden ver, son los pies de los que hoy no pueden caminar por la “amputación social” de algunas personas. Estas amputaciones sociales son resultados de unas malas prácticas de cómo llevar a cabo un verdadero dialogo, son resultado de un mal debate, son resultados de donde se impone una sola voz, es ahí donde esta realidad se hace fecunda. En estos casos son los niños, los jóvenes, los adultos y los ancianos los que deben sacar la voz por la minoría, por los pobres, por los enfermos, por ancianos desvalidos, por los que sufren, son ellos los que deberían motivarnos a todos nosotros a cambiar una sociedad injusta. Por una de mejor calidad de vida, de respeto y de amor por el otro, esa es la sociedad que Dios quiere para nosotros.

Los Jóvenes y la actualidad

La actualidad nos motiva a ser una Iglesia que misione, que salga al encuentro del pobre que abra las puertas y salga a los límites, es ahí donde se ubica los que necesitan ayuda, es ahí donde Cristo tiene que llegar. El Papa Benedicto XVI dijo <<los pobres son los destinatarios privilegiados del Evangelio>>3

Pero ellos no van a venir donde nosotros, debemos salir a las periferias, debemos salir al encuentro de nuestros hermanos débiles, salir a evangelizar para darle un mensaje de consuelo.

Esta es una situación difícil porque salir a las calles necesita dos puntos pastorales uno que es el compromiso pastoral y el otro es tener la iniciativa de ir a los extremos. El compromiso pastoral apela a tener disposición ante una sociedad minoritaria que exige bastante tiempo, es un compromiso que conlleva a una consagración a darlo todo, a dejarlo todo y a vivirlo todo.

El compromiso pastoral está ligado a la vida pastoral que uno como persona vive, un joven que tiene un buen compromiso con la comunidad, con la pastoral o con uno mismo es porque tiene una vida pastoral plena, llena de espiritualidad y oratoria.

Cada vez que nosotros nos comprometemos, ese compromiso no es con el coordinador del grupo, ni con el párroco y menos con la comunidad, sino con Jesús, es a él a quien debemos seguir y es a él a quien debemos entregarnos por completo.

La consagración no es solo para los religiosos o religiosas, sino para todos desde un pequeño laico hasta el Papa, ya que Cristo necesita tu ayuda para anunciar su Buena Nueva, se me viene a la mente una canción que dice “Cristo no tiene manos y pide las tuyas… Cristo no tiene pies para caminar el mundo” es así Cristo necesita de ti para poder expandir desde el pobre hasta el rico el evangelio. Pero esto requiere SALIR y salir a todas partes para predicar, porque hoy el llamado del Papa Francisco es <<Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades>>4.

Si no se sale a las calles, sino se misiona, sino se evangeliza, las Iglesias para el futuro solo servirán de museos, y se recordaran que ahí se hacia un gran rito que era la comunión, pero el olor a encierro nadie se los quitará y es ese el olor que empiezan a tener cada una de nuestros templos y cada unas de nuestras Iglesia, un olor a encierro insoportable, un olor a temor a salir. Sean, seamos portadores de la palabra, hagamos lio en nuestras diócesis, en cada una de nuestras comunidades porque es ahí donde debemos comenzar.

En tiempos en el que el futbol marca nuestra historia, debemos ponernos la camiseta del Equipo del Señor, debemos dejarlo todo en la cancha que es la Iglesia y darlo todo por nuestros hinchas que son los que esperan con entusiasmos el evangelio, el recibir la comunión y el de saber que alguien te escucha.


El joven y su misión

El joven Católico tiene la misión anunciar la alegría del Evangelio y para esto debe tener una dimensión social que aporte para una gran contextualización de la Buena Nueva, para que su reflexión no sea básica y sin contenido. Es claro que se presenta el miedo ante la evangelización y proclamación, eso es normal a Jeremías también le sucedió lo mismo y le dijo a Dios: <<Ay, Señor, Yavé, ¡cómo podría hablar yo, que soy un muchacho!>>5 y es natural que suceda, ya que no nos hemos preparado pero debemos hacernos la costumbre de salir, porque el Papa quiere una Iglesia en salida, porque Jesús quiere una Iglesia en salida y porque la Iglesia necesita a una Iglesia que salga sin miedo al que dirán, que voy a decir y menos al cómo voy a ir, ya que en eso Jesús fue bien claro <<Les ordenó que no llevaran nada para el camino, fuera de un bastón: ni pan, ni morral, ni dinero; que llevaran calzado corriente y un solo manto>>6.

El joven Católico debe ser un evangelizador con espíritu, y esto que tenga espíritu significa que tiene movimiento indica un impulso a salir, que contiene una motivación, que alienta a otros a moverse de las estructuras y le da un sentido a la forma de accionar de cada joven, ya sea personal o comunitaria. Esto da la gracia a que no se van a cansar, que no hay una desmotivación y menos un cansancio, porque es el Espíritu del Señor, el que nos da este impulso misionero.

Además la misión del joven está sostenida por tener un gusto de ser pueblo, por un gusto de ser parte de una comunidad, ya que esto fortalece la unión de las personas dentro y fuera de la Comunión Eclesial (Santa Misa), ¿por qué es una comunión eclesial? Porque solo ocurre en la Iglesia es donde un laico con otro, o un agente pastoral con otro se hablan y fuera de este poco se ven, es así como la misión viene a intensificar la comunión entre hermanos que somos por el ser parte de una comunidad eclesial.

Nuestra misión tiene que tener una mirada mariana, ya que María nuestra madre es madre de la Evangelización, ella desde muy joven comienza a escuchar, reflexionar y practicar la Buena Nueva, desde el Anuncio del Ángel hasta hoy en día donde repercute a la sociedad actual, donde marca a una sociedad que responde a solo un pequeño porcentaje de necesidades.


Tú madre que pusiste en práctica la Buena Noticia en tu corazón,

protégenos de todo peligro y ayúdanos a misionar en nuestra vida, dentro y fuera

de la Iglesia.

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